Mauricio García de Paredes
06 May
06May

Aplicaciones del Dióxido de Cloro en la Agricultura: Dosificación, Eficacia y Costos Comparativos

  1. Introducción:El dióxido de cloro (ClO₂) emerge como una alternativa prometedora en la agricultura moderna para abordar los desafíos del control de enfermedades en cultivos y la mejora de la calidad del agua utilizada en el riego.1 Este compuesto es reconocido internacionalmente por su perfil respetuoso con el medio ambiente, ofreciendo una alta eficiencia y un amplio espectro de actividad antimicrobiana sin generar contaminación ni dejar residuos perjudiciales. Su potencial en la agricultura se fundamenta en sus notables propiedades fungicidas y desinfectantes, las cuales se atribuyen a su excepcional capacidad oxidante.La búsqueda de métodos de control de enfermedades que sean eficientes, sostenibles y a la vez respetuosos con el medio ambiente ha cobrado una creciente relevancia en el sector agrícola. Esta tendencia se ve impulsada por las limitaciones y las preocupaciones asociadas al uso de fungicidas convencionales. Los tratamientos tradicionales de agua, basados en el cloro, pueden acarrear riesgos para las plantas y el ecosistema debido a la presencia de químicos residuales y a una eficacia que resulta limitada contra las biopelículas. En algunos países, el uso de cloro para la esterilización de productos frescos ha sido incluso prohibido, dada la creciente inquietud por su seguridad y eficacia.De manera similar, los fungicidas tradicionales, si bien pueden ser efectivos, plantean interrogantes sobre su impacto a largo plazo en la salud del suelo y su potencial para generar resistencia en los patógenos, lo que motiva la exploración de alternativas más seguras y sostenibles como el dióxido de cloro.El presente informe tiene como objetivo principal detallar las diversas aplicaciones del dióxido de cloro en una selección de cultivos de importancia agrícola (tomate, olivo, pimiento, lechuga, melón, calabacín, fresas y viña), así como las dosificaciones recomendadas para su uso tanto en aplicaciones foliares como en tratamientos de suelo a través del riego. Se especificará la eficacia del dióxido de cloro en el control de enfermedades particulares para cada uno de estos cultivos, y se realizará un análisis comparativo de sus costos frente a los fungicidas convencionales utilizados en la agricultura española. Finalmente, se examinarán los resultados comparativos de eficacia obtenidos con el dióxido de cloro en relación con los fungicidas tradicionales, basándose en los estudios e investigaciones relevantes disponibles, con el fin de proporcionar una visión integral de su potencial en el contexto agrícola español. La estructura de este informe se desarrollará a través de varias secciones que abordarán los fundamentos del dióxido de cloro, sus aplicaciones específicas por cultivo, un análisis comparativo general, consideraciones sobre costos en España y, finalmente, las conclusiones y recomendaciones derivadas de la información recopilada.
  2. Fundamentos del Dióxido de Cloro en la Agricultura:El dióxido de cloro (ClO₂) es un gas de color amarillo verdoso que se distingue por su potente capacidad oxidante. Posee una notable solubilidad en agua, siendo aproximadamente diez veces más soluble que el cloro, especialmente en condiciones de baja temperatura. En solución acuosa, el dióxido de cloro se mantiene como un gas disuelto sin experimentar hidrólisis. Como agente oxidante, su actividad es considerablemente mayor que la del cloro, aproximadamente 2.5 veces más potente. El mecanismo de acción antimicrobiano del dióxido de cloro contra los patógenos de plantas se centra principalmente en la desnaturalización de proteínas esenciales y la alteración de la permeabilidad de las membranas celulares de los microorganismos. A nivel molecular, el dióxido de cloro reacciona con aminoácidos específicos, lo que interfiere con la actividad de enzimas cruciales para el metabolismo de los microorganismos, culminando en su esterilización. Además, este compuesto puede afectar la integridad de las células al incrementar la permeabilidad de sus membranas.En cuanto a su acción contra bacterias, hongos y virus, el dióxido de cloro actúa destruyendo la estructura de la membrana celular, modificando su permeabilidad y provocando la liberación del contenido intracelular, lo que finalmente conduce a la muerte del patógeno. En el caso de los virus, el dióxido de cloro ataca las cápsides proteicas virales y degrada los fragmentos de ARN, lo que resulta en su inactivación. El uso de dióxido de cloro en la agricultura presenta diversas ventajas significativas en comparación con los desinfectantes tradicionales, como el cloro, y los fungicidas convencionales. Una de las principales ventajas radica en su mayor eficacia contra un amplio espectro de patógenos, que incluye bacterias, hongos, virus y esporas. Por ejemplo, se ha demostrado que el dióxido de cloro es un desinfectante de amplio espectro efectivo contra E. coli y Listeria monocytogenes en el agua utilizada en la agricultura, y también es eficaz para controlar la contaminación bacteriana, fúngica y viral en productos frescos. Otra ventaja importante es la menor formación de subproductos tóxicos o residuos dañinos en comparación con el cloro, que puede generar trihalometanos y cloraminas.1 A diferencia del cloro, el dióxido de cloro no produce subproductos tóxicos ni altera las cualidades nutritivas y organolépticas de los productos alimenticios, ya que no reacciona con compuestos orgánicos para formar subproductos nocivos.1La eficacia del dióxido de cloro se mantiene en un rango de pH más amplio (pH 3-8 o incluso superior) que el cloro. Su poder desinfectante es relativamente constante entre pH 6 y 10, y su actividad no se ve obstaculizada por el aumento del pH, siendo eficaz entre pH 5 y 10, a diferencia del cloro cuya eficacia disminuye significativamente a pH más altos.El dióxido de cloro también posee la capacidad de penetrar y eliminar las biopelículas que se forman en los sistemas de riego, lo que mejora la eficiencia del agua y previene la proliferación de patógenos.1 Es particularmente eficaz para descomponer estas biopelículas, asegurando la limpieza y funcionalidad de los sistemas de riego. Además, presenta una menor reactividad con la materia orgánica en comparación con el cloro, lo que resulta en una mayor persistencia de su actividad desinfectante. Esta menor reactividad, en comparación con los hipocloritos, se traduce en que el dióxido de cloro mantiene su eficacia por períodos más prolongados en agua y suelo agrícola, incluso en presencia de contaminantes orgánicos. En agua con alta carga orgánica, la demanda de cloro es considerablemente mayor que la de dióxido de cloro. Adicionalmente, el dióxido de cloro tiene el potencial de estimular los mecanismos de defensa de las plantas, actuando como un elicitor que induce resistencia contra diversos patógenos, lo que lo convierte en una alternativa prometedora a los fungicidas. Sus propiedades oxidantes pueden imitar las señales de las especies reactivas de oxígeno, desencadenando una cascada de defensas moleculares en las plantas. Finalmente, el dióxido de cloro se puede aplicar de diversas formas, tanto acuosa (mediante pulverización, inmersión o riego) como gaseosa (a través de fumigación), lo que permite su adaptación a diferentes necesidades y etapas del cultivo. La solución acuosa es adecuada para el tratamiento directo de las plantas y el agua de riego, mientras que la forma gaseosa ofrece una mayor capacidad de penetración, especialmente en productos con superficies irregulares.También se han desarrollado sistemas de envasado que liberan dióxido de cloro gaseoso para la conservación post-cosecha.
  3. Aplicaciones de Dióxido de Cloro en Cultivos Específicos:
    • Cultivo de Tomate:Diversos estudios han explorado la aplicación del dióxido de cloro en el cultivo de tomate. Se ha demostrado su eficacia contra el virus rugoso marrón del tomate (ToBRFV) mediante la pulverización foliar, logrando reducir significativamente la transmisión y replicación del virus tanto en condiciones de invernadero como en campo abierto. Este hallazgo es de gran relevancia, ya que el ToBRFV es un virus de transmisión mecánica difícil de controlar, y el dióxido de cloro se presenta como una alternativa antiviral prometedora. Además, se ha utilizado dióxido de cloro en forma gaseosa para la desinfección post-cosecha de tomates Roma contra los hongos Alternaria alternata y Stemphylium vesicarium, lo que sugiere su capacidad para reducir el deterioro post-cosecha causado por patógenos fúngicos y extender la vida útil de los frutos. Otro estudio ha evidenciado la eficacia del dióxido de cloro en la reducción de Salmonella enterica presente en la superficie de los tomates durante el proceso de lavado por aspersión, lo que contribuye a mejorar la seguridad alimentaria de este cultivo. Para aplicaciones foliares en tomate, se ha recomendado una dosis de 760 mg L⁻ para reducir la transmisión y replicación del ToBRFV sin provocar fitotoxicidad en las plantas. Esta concentración específica proporciona una guía práctica para los productores de tomate en la gestión eficaz de esta enfermedad viral. En tratamientos post-cosecha, se han utilizado concentraciones de 5 ppm (equivalente a 5 mg/L) en el agua de lavado por aspersión para reducir la presencia de Salmonella en la superficie de los tomates. En cuanto a la dosificación para riego en tratamientos de suelo, un estudio realizado en manzanos encontró que una concentración de 600 mg·L⁻¹ de dióxido de cloro resultó eficaz para la desinfección del suelo contra el hongo Fusarium, cuando se aplicó siete días antes de la siembra.3Extrapolando esta información al cultivo de tomate, para un volumen de 20000 litros de agua de riego, se requerirían 12 kg de dióxido de cloro. Por otro lado, una patente china menciona el uso de concentraciones de 50 a 100 mg/L de dióxido de cloro para el riego en la cueva de siembra en diversos cultivos, incluyendo potencialmente el tomate, para el control de enfermedades transmitidas por el suelo como la marchitez bacteriana y el damping-off. Para un volumen de 20000 litros, esto se traduciría en una dosis de 1 kg a 2 kg de dióxido de cloro.En relación con el análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos proporcionan información sobre los precios de diversos fungicidas convencionales utilizados en el cultivo de tomate en España. Sin embargo, estos documentos no establecen una comparación directa de costos con el dióxido de cloro. Para obtener una perspectiva sobre los costos del dióxido de cloro, se requeriría investigar los precios de los productos disponibles en el mercado español. En cuanto a la eficacia comparativa con fungicidas convencionales, un estudio evaluó el dióxido de cloro en comparación con fungicidas tradicionales para el control del tizón tardío en tomate, y los resultados indicaron que la rotación de fungicidas convencionales en combinación con la aplicación de fosfito de potasio fue más efectiva que el uso de dióxido de cloro por sí solo. No obstante, el dióxido de cloro demostró ser eficaz en el control post-cosecha de Alternaria alternatay Stemphylium vesicarium, lo que sugiere una eficacia comparable a la de los fungicidas para este tipo de aplicación. Además, el documento señala que el dióxido de cloro fue efectivo contra E. coli y Alternaria alternata en tomates cherry, contribuyendo a prolongar su vida útil.
    • Cultivo de Olivo:Las investigaciones sobre la aplicación de dióxido de cloro en el cultivo de olivo son más limitadas en los documentos proporcionados. Se encontró un estudio que describe su uso en la desinfección in vitro de brotes de olivo, donde mostró resultados excelentes en términos de diámetro, longitud y número de hojas.59 Esto sugiere un uso potencial en la propagación de olivos para obtener plántulas sanas y vigorosas.No se encontraron dosis específicas recomendadas para aplicaciones foliares de dióxido de cloro en olivo en los documentos revisados. Sin embargo, el documento menciona una concentración de 400 mg/l utilizada en habas como inductor de resistencia, lo que podría ofrecer una referencia orientativa.De manera similar, no se identificaron dosis específicas para el tratamiento de suelo en olivo mediante riego con dióxido de cloro. El documento menciona el uso de aguas residuales de molino de aceite de oliva en dosis de 50 a 200 m³/ha/año, pero esto no corresponde al dióxido de cloro.En cuanto al análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos proporcionan precios de fungicidas convencionales utilizados en el cultivo de olivo en España. Sin embargo, al igual que en el caso del tomate, no se establece una comparación directa de costos con el dióxido de cloro en estos documentos.Respecto a los resultados comparativos de eficacia con fungicidas convencionales, el documento menciona que los tratamientos contra Verticillium en olivo utilizando fungicidas convencionales obtuvieron buenos resultados en relación con el costo-beneficio, pero no realiza una comparación directa con la eficacia del dióxido de cloro contra esta enfermedad específica.
    • Cultivo de Pimiento:En el cultivo de pimiento, se ha investigado la aplicación de dióxido de cloro principalmente en tratamientos post-cosecha. Un estudio encontró que el dióxido de cloro en forma gaseosa es eficaz para el tratamiento post-cosecha de pimientos verdes, ya que inhibe la pudrición y la actividad respiratoria, al mismo tiempo que mantiene la calidad del producto.36 También se ha investigado el uso de sistemas de envasado que liberan dióxido de cloro con el objetivo de mejorar la seguridad microbiana de pimientos frescos cortados.37 Sin embargo, estudios sobre la aplicación de altas concentraciones de dióxido de cloro en el agua de riego han mostrado una asociación negativa con el vigor de las plantas de pimiento, lo que sugiere la necesidad de controlar cuidadosamente la dosificación en este tipo de aplicación.31En cuanto a la dosificación recomendada para aplicaciones foliares en pimiento, el documento 43menciona el uso de 150 µmol L⁻¹ (aproximadamente 0.01 mg/L) para inhibir la germinación de esporas de Botrytis cinerea en pimiento verde. Es importante señalar que esta concentración parece extremadamente baja y podría requerir una verificación adicional en cuanto a la unidad de medida utilizada en el estudio original.Para la dosificación recomendada en riego en tratamientos de suelo en pimiento, el documento 31investigó el uso de concentraciones de 10 y 20 ppm (0.2 kg a 0.4 kg por 20000 litros) de dióxido de cloro en solución nutritiva para pimiento cultivado en invernadero, con el objetivo de controlar el hongo Pythium aphanidermatum.En relación con el análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos 70 proporcionan información sobre los precios de diversos fungicidas convencionales utilizados en el cultivo de pimiento en España. No obstante, estos documentos no establecen una comparación directa de costos con el dióxido de cloro.En cuanto a los resultados comparativos de eficacia con fungicidas convencionales, el documento 75 menciona que la aplicación de carbonato y bicarbonato al 1 y 2% logró reducir significativamente la gravedad de la pudrición gris en pimiento, en comparación con un fungicida convencional. Sin embargo, este documento no evalúa ni compara la eficacia del dióxido de cloro en este contexto.
    • Cultivo de Lechuga:El dióxido de cloro ha sido ampliamente estudiado para su aplicación en el cultivo de lechuga, particularmente en la etapa post-cosecha. Se ha utilizado eficazmente como desinfectante en el agua de lavado de lechuga iceberg, demostrando su capacidad para reducir la carga microbiana presente y prevenir la contaminación cruzada entre hojas.76 Además, tratamientos con dióxido de cloro en forma gaseosa han mostrado una reducción significativa de la bacteria E. coli en las hojas de lechuga sin causar un deterioro notable en su calidad visual.38En cuanto a la dosificación recomendada para aplicaciones foliares en lechuga, estudios realizados en agua de lavado han utilizado concentraciones de 20 a 30 mg L⁻¹.76 Si bien esta información podría ofrecer una base para la aplicación foliar, se requiere más investigación para determinar la dosis óptima y asegurar la seguridad para la planta.Respecto a la dosificación recomendada para riego en tratamientos de suelo, un estudio 81identificó fitotoxicidad en lechuga cultivada en hidroponía cuando se utilizaron niveles de cloro residual iguales o superiores a 1 mg·L⁻¹ en la solución nutritiva. Aunque este estudio se centró en el cloro y no específicamente en el dióxido de cloro, sugiere la necesidad de precaución al utilizar desinfectantes en el agua de riego para lechuga.En relación con el análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos 83 proporcionan información sobre los costos de producción agrícola y el uso de fungicidas en general, pero no ofrecen datos específicos sobre los costos del dióxido de cloro en comparación con los fungicidas convencionales para el cultivo de lechuga en España.En cuanto a los resultados comparativos de eficacia con fungicidas convencionales, se ha observado que el dióxido de cloro presenta una eficacia limitada en la reducción de microorganismos que se encuentran adheridos a la superficie de la lechuga, en comparación con su eficacia contra microorganismos aislados en el agua de lavado.76 Sin embargo, un estudio 10indicó que las propiedades desinfectantes del dióxido de cloro son comparables o incluso superiores a las del hipoclorito de sodio, especialmente en condiciones de alta carga orgánica, que son comunes en entornos agrícolas.
    • Cultivo de Melón:La aplicación de dióxido de cloro en el cultivo de melón se ha investigado principalmente en relación con la conservación post-cosecha. Se ha demostrado que el tratamiento con dióxido de cloro gaseoso es capaz de disminuir la tasa de respiración y la síntesis de etileno en melón 'Hami' fresco cortado, lo que sugiere un potencial para retrasar el proceso de maduración y extender la vida útil del producto.92 Además, estudios sobre los residuos de dióxido de cloro en melón cantalupo tratado con gas han revelado que el principal residuo formado es el cloruro, con niveles de clorato generalmente bajos o incluso indetectables en la pulpa del fruto 94, lo que indica un perfil de seguridad favorable en cuanto a la formación de residuos.No se encontraron dosis específicas recomendadas para aplicaciones foliares de dióxido de cloro en el cultivo de melón en la información proporcionada.En cuanto a la dosificación para riego en tratamientos de suelo, una patente china 47 menciona el uso de dióxido de cloro para la esterilización del suelo y el tratamiento de semillas de melón contra diversas enfermedades, incluyendo la marchitez y la pudrición de la raíz, utilizando una concentración de 10 mg/L para el riego en grandes extensiones (lo que equivaldría a 0.2 kg por 20000 litros).Respecto al análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos 97 ofrecen información sobre los costos y la eficacia de los fungicidas convencionales utilizados en el cultivo de melón. Sin embargo, no se establece una comparación directa de costos con el dióxido de cloro en estos documentos.En cuanto a los resultados comparativos de eficacia con fungicidas convencionales, un estudio 107comparó el dióxido de cloro (a una concentración de 3 mg/L) con otros sanitizantes y con cloro (a 150 mg/L) en melón fresco cortado, y encontró que el dióxido de cloro resultó menos eficaz que otros tratamientos en la reducción del crecimiento microbiano. Por otro lado, el documento 10indica que la actividad antifúngica del dióxido de cloro fue similar a la de los fungicidas químicos en naranjas y fresas, lo que sugiere un potencial comparable en el cultivo de melones.
    • Cultivo de Calabacín:La información específica sobre la aplicación de dióxido de cloro en el cultivo de calabacín es limitada en los documentos proporcionados. Se menciona que el dióxido de cloro puede utilizarse en el agua de lavado para diversas hortalizas, incluyendo el calabacín.108No se encontraron dosis específicas recomendadas para aplicaciones foliares de dióxido de cloro en calabacín en los documentos revisados. Sin embargo, el documento 35 menciona el uso de concentraciones de 200-400 mg/l en habas como inductor de resistencia, lo que podría servir como una referencia orientativa.En cuanto a la dosificación recomendada para riego en tratamientos de suelo, una patente china 47 menciona el uso de dióxido de cloro para la esterilización del suelo contra enfermedades de siembra continua en vegetales, que podrían incluir el calabacín, utilizando concentraciones de 10 g/l (10000 ppm), aunque esta concentración parece inusualmente alta y podría ser un error. Otra mención en el mismo documento es de 80-100 mg/l (lo que equivaldría a 1.6 kg a 2 kg por 20000 litros).En relación con el análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos 110 proporcionan información sobre los precios de fungicidas convencionales utilizados en el cultivo de calabacín en España. No obstante, estos documentos no establecen una comparación directa de costos con el dióxido de cloro.En cuanto a los resultados comparativos de eficacia con fungicidas convencionales, un estudio 116encontró que algunos fungicidas alternativos mostraron una eficacia similar a los fungicidas convencionales para el control del mildiu velloso en calabacín, pero no incluyó una evaluación del dióxido de cloro.
    • Cultivo de Fresas:El dióxido de cloro ha sido objeto de investigación para su aplicación en el cultivo de fresas, especialmente en la etapa post-cosecha. Se ha probado la eficacia del dióxido de cloro gaseoso en la reducción de E. coli O157:H7 y Listeria monocytogenes en fresas, obteniendo reducciones significativas tanto en tratamientos por lotes como en sistemas de flujo continuo.117 Además, el uso de almohadillas liberadoras de dióxido de cloro en los envases de fresas ha demostrado ser eficaz para prolongar su vida útil, reducir la pérdida de peso y disminuir la incidencia de deterioro durante el almacenamiento.29En cuanto a la dosificación recomendada para aplicaciones foliares en fresas, un estudio 122menciona el uso de una concentración de 60 mg/L para el enjuague de las fresas, lo que podría ofrecer una referencia para aplicaciones foliares. El documento 123 menciona el uso de 3.5 ml/l de un producto comercial como abono foliar, pero no especifica la concentración de dióxido de cloro en dicho producto.Para la dosificación recomendada en riego en tratamientos de suelo, un estudio 124 utilizó una concentración de 10 ppm (equivalente a 0.2 kg por 20000 litros) de dióxido de cloro en el agua de riego para fresas y tomates, obteniendo resultados similares al hipoclorito de calcio en la inactivación de STEC.En relación con el análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos 29 proporcionan información sobre los precios de fungicidas convencionales utilizados en el cultivo de fresas en España. Sin embargo, no se establece una comparación directa de costos con el dióxido de cloro en estos documentos.En cuanto a los resultados comparativos de eficacia con fungicidas convencionales, un estudio 131indicó que la actividad antifúngica del dióxido de cloro fue similar a la de los fungicidas químicos en naranjas y fresas. Además, el documento 132 menciona que el dióxido de cloro inhibió eficazmente el crecimiento microbiano durante el almacenamiento de fresas, mejorando su vida útil sin causar daños visuales.
    • Cultivo de Viña:En el cultivo de viña, el dióxido de cloro ha sido investigado principalmente por su capacidad para controlar enfermedades fúngicas. Estudios in vitro han demostrado que el dióxido de cloro inhibe la germinación de esporas de Botrytis cinerea, un patógeno fúngico clave en la vid.34 Además, una patente 134 describe una técnica para reducir las enfermedades fúngicas en los viñedos mediante la aplicación foliar de una solución que genera dióxido de cloro gaseoso.No se encontraron dosis específicas recomendadas para aplicaciones foliares de dióxido de cloro en viña en los documentos proporcionados. Sin embargo, el documento 34 menciona una aplicación de 400 mg/l en hojas de habas como inductor de resistencia contra la marchitez bacteriana, lo que podría ofrecer una referencia orientativa para la vid, aunque se requiere investigación específica en este cultivo. El documento 135 menciona un rango de 2 a 25 ppm (0.002 a 0.025 g/L) utilizado en manzanos, lo que podría ser otra referencia.En cuanto a la dosificación recomendada para riego en tratamientos de suelo, una patente china 47 menciona el uso de dióxido de cloro para esterilizar el suelo contra enfermedades de siembra continua en vegetales, utilizando concentraciones de 10 g/l (10000 ppm), que parece muy alta y podría ser un error. Otra mención en el mismo documento es de 80-100 mg/l (lo que equivaldría a 1.6 kg a 2 kg por 20000 litros).Respecto al análisis comparativo de costos frente a fungicidas convencionales en España, los documentos 136 proporcionan información sobre los precios y la eficacia de fungicidas convencionales utilizados en el cultivo de viña en España. Sin embargo, no se establece una comparación directa de costos con el dióxido de cloro en estos documentos.En cuanto a los resultados comparativos de eficacia con fungicidas convencionales, un estudio 34encontró que el dióxido de cloro inhibió el crecimiento de Botrytis cinerea y podría inducir resistencia en las vides, presentando una alternativa prometedora a los fungicidas convencionales. Además, un estudio 148 demostró que el dióxido de cloro es eficaz contra el mildiu velloso (Plasmopara viticola) en la vid, mostrando una reducción significativa de conidios vivos con el aumento de la concentración de dióxido de cloro.
  4. Análisis Comparativo General:A continuación, se presenta una tabla resumen que compara la eficacia del dióxido de cloro y los fungicidas convencionales para los cultivos y enfermedades específicos mencionados en los documentos proporcionados.
CultivoEnfermedadEficacia Dióxido de CloroEficacia Fungicidas ConvencionalesSnippet IDs
TomateToBRFVReducción de la transmisión y replicación (760 mg/L foliar)No comparado directamente39
TomateAlternaria alternataS. vesicariumInhibición post-cosecha (gaseoso)Sugiere eficacia comparable para uso post-cosecha44
TomateSalmonella entericaReducción en lavado por aspersión (5 mg/L acuoso)No comparado directamente45
TomateTizón tardíoMenos efectivo que rotación de fungicidas con fosfito de potasioRotación de fungicidas con fosfito de potasio más efectivo57
TomateE. coliA. alternataExtiende la vida útil en tomate cherryNo comparado directamente58
OlivoDesinfección in vitroExcelente en diámetro, longitud y número de hojas (dosis no especificada)No comparado directamente59
PimientoBotrytis cinereaInhibición de germinación de esporas (aproximadamente 0.01 mg/L foliar - unidad cuestionable)Carbonato y bicarbonato al 1-2% redujeron la severidad de la pudrición gris43
PimientoPudrición post-cosechaInhibición (gaseoso)No comparado directamente36
LechugaCarga microbiana, E. coliReducción en agua de lavado (20-30 mg/L acuoso); Reducción significativa con gasHipoclorito de sodio comparable o inferior en alta carga orgánica10
MelónRespiración, síntesis de etilenoDisminución (gaseoso, 60 mg/L)No comparado directamente92
MelónCrecimiento microbianoMenos eficaz que otros sanitizantes y cloro (3 mg/L acuoso vs 150 mg/L cloro)PAA, H₂O₂, nisin + EDTA más eficaces en un estudio107
MelónAntifúngicoActividad similar a fungicidas químicos (400 ppm en naranjas y fresas)Fungicidas químicos eficaces10
CalabacínLavado post-cosechaUtilizado en agua de lavadoNo comparado directamente108
FresaE. coliL. monocytogenesReducción significativa (gaseoso, 0.2-4.0 mg/L); Reducción con almohadillas liberadorasNo comparado directamente29
FresaCrecimiento microbianoInhibición eficaz durante el almacenamiento1-MCP solo tuvo poco efecto en el crecimiento microbiano132
FresaAntifúngicoActividad similar a fungicidas químicos (400 ppm en naranjas y fresas)Fungicidas químicos eficaces10
ViñaBotrytis cinereaInhibición de la germinación de esporas in vitro (dosis no especificada); Reducción de infecciones y severidad (30-80% en hojas, 20-80% en bayas)Fungicidas convencionales reducen la incidencia (aproximadamente 50-87%)34
ViñaPlasmopara viticolaReducción significativa de conidios vivos con aumento de la concentraciónFungicidas convencionales eficaces148
La elección entre el dióxido de cloro y los fungicidas convencionales está influenciada por diversos factores que van más allá de la simple eficacia en el control de enfermedades.[1, 4, 6, 9, 10, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 149, 150] El costo del tratamiento es un factor primordial, así como el impacto ambiental asociado al uso de cada tipo de producto. Mientras que el dióxido de cloro se destaca por su menor formación de subproductos tóxicos y su perfil más amigable con el medio ambiente, los fungicidas convencionales pueden ofrecer una mayor eficacia en el control de ciertas enfermedades específicas, como se observó en el caso del tizón tardío en tomate. La presencia de residuos en los cultivos tratados es otra consideración importante, donde el dióxido de cloro generalmente se descompone en compuestos inocuos, a diferencia de algunos fungicidas que pueden dejar residuos persistentes. Además, las regulaciones vigentes en cada región y las preferencias de los consumidores con respecto a la presencia de residuos en los alimentos también juegan un papel crucial en la toma de decisiones. La aparición de resistencia a los fungicidas convencionales es un problema creciente que podría hacer del dióxido de cloro una alternativa más atractiva a largo plazo, especialmente si se demuestra su eficacia en el control de patógenos resistentes. En última instancia, la decisión de utilizar dióxido de cloro o fungicidas convencionales dependerá de una evaluación integral de estos factores en el contexto específico de cada cultivo, enfermedad y las condiciones agrícolas locales.
  1. Consideraciones sobre Costos en España:El dióxido de cloro para uso agrícola está disponible en España a través de diversos proveedores, principalmente en forma líquida concentrada (CDS) o en tabletas y polvos para generar la solución in situ.54 Los precios varían considerablemente dependiendo de la concentración del producto, el volumen de compra y el proveedor, oscilando desde unos pocos euros por litro para soluciones de baja concentración hasta precios más elevados para productos concentrados o de grado industrial. Es importante destacar que la disponibilidad de productos específicamente etiquetados y comercializados para uso agrícola en España podría requerir una investigación más exhaustiva a nivel de distribuidores y proveedores locales.En cuanto a los costos de los fungicidas convencionales más comunes para los cultivos objetivo en España, se ha recopilado una amplia gama de precios a partir de diversas fuentes en línea.49 Estos precios muestran una gran variabilidad dependiendo del tipo de fungicida (sistémico, de contacto, ecológico), la marca, la presentación (líquido, polvo, granulado), la cantidad y el proveedor. Por ejemplo, para el tomate, se encuentran fungicidas a base de oxicloruro de cobre desde 16.64 €/kg, mientras que otros fungicidas sistémicos como Luna Experience pueden costar 13.47 €/100 ml. Para el olivo, Oliva Top se encuentra a 57.90 € por litro, y otros fungicidas como Score 25 EC a 47.47 € por litro. En el caso del pimiento, se observan precios como 13.47 €/100 ml para Luna Experience. Para la fresa, Tiram 80% WG se menciona en el contexto de fungicidas, pero sin precio específico. En la viña, Collis se encuentra a 25.00 € por 200 cc, y Azufrex WG a 2.75 € por 50 gr. Es evidente que se necesita un análisis más detallado y específico para cada cultivo y enfermedad para poder realizar una comparación precisa de costos por hectárea o unidad de producción entre el dióxido de cloro y los fungicidas convencionales en el contexto de la agricultura española. La falta de datos directos sobre el costo de uso del dióxido de cloro en estos cultivos específicos dificulta una comparación definitiva en este momento.
  2. Conclusiones y Recomendaciones:El presente informe ha recopilado información relevante sobre las aplicaciones del dióxido de cloro en una variedad de cultivos agrícolas, incluyendo tomate, olivo, pimiento, lechuga, melón, calabacín, fresas y viña. Los hallazgos sugieren que el dióxido de cloro presenta un potencial significativo como alternativa o complemento a los fungicidas convencionales en diversas aplicaciones, especialmente en el control de enfermedades virales como el ToBRFV en tomate, en la desinfección post-cosecha para prevenir la pudrición fúngica y bacteriana, y en la mejora de la calidad del agua de riego mediante la eliminación de patógenos y biopelículas.Se han identificado dosis específicas para el uso de dióxido de cloro en algunos cultivos, como 760 mg/L para la aplicación foliar contra el ToBRFV en tomate, y concentraciones de 5 mg/L para el lavado post-cosecha contra Salmonella. Para tratamientos de suelo a través del riego, se han encontrado recomendaciones variables según el cultivo y la enfermedad objetivo, desde 10 mg/L hasta 600 mg/L, lo que subraya la importancia de determinar la dosis óptima para cada situación específica.La comparación de costos con los fungicidas convencionales en España revela una amplia gama de precios para estos últimos, dependiendo del tipo, la marca y la presentación del producto. Sin embargo, la falta de datos directos sobre el costo de uso del dióxido de cloro en los cultivos analizados dificulta una comparación económica concluyente en este momento. Se requeriría una investigación más específica sobre la disponibilidad y los precios de productos de dióxido de cloro para uso agrícola en España, así como estudios de campo que evalúen los costos totales de tratamiento por hectárea o unidad de producción.En cuanto a la eficacia comparativa, el dióxido de cloro ha demostrado ser comparable o incluso superior a los fungicidas convencionales en ciertos casos, como en el control post-cosecha de hongos y bacterias. Sin embargo, en otros escenarios, como el control del tizón tardío en tomate, los fungicidas tradicionales pueden ofrecer una mayor eficacia. Es importante considerar que el dióxido de cloro también presenta ventajas adicionales, como un menor impacto ambiental y la capacidad de estimular mecanismos de defensa en las plantas.Se recomienda explorar más a fondo el uso del dióxido de cloro en aquellos cultivos y situaciones donde podría ofrecer ventajas significativas, como en la gestión del ToBRFV en tomate y en la desinfección post-cosecha de diversos productos. Dada la creciente preocupación por la sostenibilidad y la resistencia a los fungicidas convencionales, el dióxido de cloro podría representar una alternativa valiosa en la agricultura española.Para futuras investigaciones, se sugiere la realización de estudios de campo específicos en España para determinar las dosis óptimas de dióxido de cloro para cada cultivo y enfermedad, así como para evaluar su eficacia en las condiciones agrícolas locales. Además, es crucial llevar a cabo análisis de costos comparativos detallados que permitan a los agricultores tomar decisiones informadas sobre la adopción de esta tecnología en sus prácticas de manejo de cultivos.
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